El sector de la movilidad eléctrica sigue aumentando sus números de ventas un año más. En 2019, se adquirieron 10.050 coches eléctricos, lo que supone un aumento del 63.95% respecto a los 6.130 del año anterior. Sin embargo, la penetración en el mercado de la automoción en España sigue siendo baja debido a la gran desinformación que existe en torno a este sector. Aquí os explicaremos 5 motivos para realizar una apuesta de presente y futuro invirtiendo en un coche eléctrico:
Ahorro en consumo y ventajas para la compra
La diferencia en el consumo es abismal y estamos seguros de que a nadie le gusta dejarse medio sueldo en combustible. Hay coches de combustión que consumen menos que otros, pero nunca vas a encontrar uno que llene su depósito por cinco euros.
Este es el coste medio aproximado de conducir 500 kilómetros en un coche eléctrico, ya que el coste de la energía es de 0,06 €/KwH y los vehículos eléctricos consumen entre 14 y 19 kilovatios cada 100 kilómetros recorridos. En otras palabras, conducir desde Bilbao hasta Santander cuesta menos de un euro, mientras que en un coche convencional el coste se acerca a los diez euros.
Por otra parte, el Gobierno Vasco ha ofrecido en 2019 ayudas económicas para la compra de los vehículos eléctricos en Euskadi. Estas dotaciones oscilan entre los 2.000€ y los 3.000€ siempre que el comprador cumpla con el requisito de entregar su coche anterior.
No contamina
El cambio climático nos afecta a todos y combatirlo es responsabilidad de cada uno de nosotros. Gran parte de la contaminación a nivel mundial se produce debido al consumo de combustibles fósiles necesarios para el funcionamiento de los coches convencionales. Sin embargo, los eléctricos no requieren de ningún tipo de proceso de combustión para cumplir su cometido. De este modo, no se genera ni un ápice de cualquier sustancia nociva.
De hecho, cuando se utilizan energías renovables para generar la electricidad que cargará tu coche eléctrico se consigue conducir un vehículo sin ningún tipo de emisión de CO2. Este debe ser el objetivo de los gobiernos en la próxima década: el auge de las energías renovables y el freno de las emisiones contaminantes.
Reciclaje de energía
Este punto tiene mucho que ver con el apartado anterior. Los coches eléctricos tienen la capacidad de reciclar la energía que usan. ¿Cómo? Convierten la energía cinética en eléctrica durante el frenado para ser utilizada por las baterías.
Por si esto fuera poco, los vehículos eléctricos pueden valerse de la energía eólica del viento para su funcionamiento y ser capaces de almacenarla y emplearla cuando la necesiten. Además, su eficiencia energética, que se mueve entre el 70% y el 80% es muy superior a la del coche eléctricos, cuyo rendimiento se sitúa cerca del 20%.
Duración y mantenimiento
El diseño y montaje de un coche eléctrico es más sencillo, de modo que se usan menos materias primas y se requiere un gasto de energía menor para su producción. Al estar compuesto por menos piezas, sufre un menor desgaste y se reducen las posibilidades de averiarse. Por lo tanto, los eléctricos duran más que los coches de gasolina y tienen un mantenimiento más económico.
Comodidad en la conducción
Los coches eléctricos no tienen caja de cambios ni embrague. En este aspecto, funcionan como los automáticos, siendo más cómodos para situaciones cotidianas como los atascos de las grandes ciudades.
Por otra parte, la aceleración es mayor, una clara ventaja para realizar adelantamientos o incorporaciones a otra vía y la contaminación acústica es nula. Sin ruidos ni vibraciones. Un hecho que hace tu conducción mucho más relajante.
¿Todavía no estás convencido? Llámanos y déjanos asesorarte y acompañarte en la selección del vehículo eléctrico que más se ajuste a tus necesidades. ¡Te esperamos en LB Mobility!